Tal como Bonnie Raitt cantaba y como si nos lo estuviera diciendo a todos nosotros: «La vida se vuelve sumamente valiosa cuando ya nos queda menos tiempo para perder»
Pero las expectativas que nuestra sociedad nos ofrece no parecen muy alentadoras. A partir de la cincuentena comenzamos a hacernos invisible, y las puertas a nuestro alrededor comienzan a entornarse...a no ser que cambiemos de perspectiva.