A los 35 años, de forma totalmente inesperada y en cuestión de meses, perdí mi trabajo y se rompió una relación de pareja después de 8 años. Solo veía un abismo infinito y oscuro, un día, y otro y otro…y eso me producía mucha angustia. No sabía como afrontar esta situación y tampoco tenia ninguna motivación para hacerlo. Por primera vez en mi vida tenia que tomar las riendas de mi futuro y yo sola me sentía incapaz.
Entonces, casualmente, conocí a Mercedes. Y decidí hacer coaching porque necesitaba a alguien que me ayudara a moverme, porque yo estaba totalmente paralizada. También sabia que lo que necesitaba no era una terapia como la que había hecho años atrás.Y decidí hacerlo con ella porque en ella veía toda la energía, vida e ilusión que a mi me faltaba.
Nueve meses después, puedo decir que para mi el coaching con Mercedes ha sido una forma de descubrir, comprender y asumir quien soy yo de verdad y qué cosas me hacen verdaderamente feliz. Ahora, la medida de las cosas es lo que me dice mi interior y no los estándares establecidos por otros o por mis falsas creencias. Me siento capaz ahora de escuchar realmente dentro de mí, ver qué siento y darle la importancia que esto tiene. Mis sentimientos son ahora guía de mis decisiones, y soy capaz de utilizarlos para mi beneficio y no contra mí. Y como consecuencia de todo esto, siento que tengo más control sobre mi vida y eso me da mucha tranquilidad. Sigo trabajando para llegar a donde quiero llegar, pero Mercedes me ha hecho ver y comprender que puedo, y juntas estamos trazando el camino, que ahora ya no tiene límites.
Sinceramente, no puedo imaginar que haya mejor compañera para hacer este camino y para salir de este reto que me ha puesto la vida que Mercedes, y siento que es un verdadero regalo poder recibir su ayuda.
Destacaría tres cosas que han hecho que Mercedes tenga para mí un valor especial como coach. Una es su sensibilidad y su nivel de percepción. A Mercedes no le tuve que explicar mucho. Me “leyó” en seguida. Me ha entendido desde el principio, muchas veces sin yo tener que explicar demasiado. Otra es sentir en todo momento que ella está conmigo en esto, totalmente involucrada. No me he sentido nunca sola y para mi eso ha sido fundamental. Y por ultimo, la considero un modelo a seguir en lo personal y en lo profesional, y esta admiración que siento hacia ella ha hecho que haya sido mucho más fácil para mí confiar, sobre todo en momentos de desánimo.
Mi experiencia con el coaching está siendo muy positiva y lo recomiendo cuando pienso que le puede ayudar a la gente tanto como me está ayudando a mí. Creo que todos, en algún momento de nuestra vida tenemos que hacer frente a una situación complicada, o tomar una decisión difícil, o necesitamos un tipo de apoyo o de motivación que no nos pueden dar las personas que tenemos a nuestro alrededor. Creo que el recurrir a un coach en estos casos puede ayudar, no solo a dar salida con éxito a estas situaciones, sino a sacar lo mejor de ellas y salir reforzado. Por eso, a alguien que se plantea empezar un proceso de coaching le diría, por supuesto, que lo haga, pero considero que es muy importante, que conecte muy bien con su coach. En mi opinión es fundamental para el éxito de la relación coach-coachee.
Susana T. Arquitecta y Empresaria.
Carolina P. Abogada y Empresaria.
Llegué a mi primera sesión de Coaching sin tener claro qué aspecto de mi vida quería trabajar, pero sentía la necesidad de cambiar algunas de mis actitudes.
En mi coach, Mercedes Canals, encontré a una profesional que me ha hecho sentir las potencialidades de mi persona, a enfrentarme a los miedos, o lastres que impedían lograr un desarrollo personal sobre todo en el campo profesional.
Me enfrenté a la empresa en la que trabajaba, adopté una actitud de firmeza que me faltaba gracias a los RETOS que me iba poniendo a los largo de las sesiones, y me hizo ver a mis “saboteadores” que impedían mi triunfo.
Me enfrenté a la empresa en la que trabajaba, adopté una actitud de firmeza que me faltaba gracias a los RETOS que me iba poniendo a los largo de las sesiones, y me hizo ver a mis “saboteadores” que impedían mi triunfo.
Con la seguridad que he adquirido a lo largo de mis sesiones, he podido poner en marcha un nuevo proyecto profesional y a elegir lo que realmente quiero hacer en mi vida.
De mi coach, Mercedes Canals, debo destacar la fuerza y la capacidad de conectar con la persona para extraer su potencialidad a base, eso sí, ¡de ponerte en ocasiones al límite!.
Recomiendo a mis amistades el coaching ya que permite que uno descubra las potencialidades que tiene como persona, ser, y a desarrollarlos mediante retos, objetivos claros y así lograr seguridad en uno mismo.
Eran varias las circunstancias que se juntaban en ese momento de mi vida. Dos circunstanciales: la enfermedad y la muerte de mi padre, y el trabajo que tenía en ese momento .Llegué a un cuadro de ansiedad por esta segunda. La tercera era la convivencia con la tía de mi exmarido, durante veintidós años, de los cuales, diecinueve, ya separada de él.
Tengo dos hijos, cuando me separé, uno tenía dos años y el otro era recién nacido.
En marzo hizo un año que acudo a las sesiones de coaching con Mercedes; ella me ha hecho ver las cosas desde otro punto de vista, yo solo me quejaba de mi situación, porque no le veía salida. Mercedes me ha ayudado a darme cuenta de que hay salida, y de que si uno quiere, puede.
He conseguido que mi exmarido y su hermano, se hagan cargo de su tía, si lo hubiera hecho antes me habría ahorrado mucha rabia, mía y de mi familia.
Respecto al trabajo, mis intentos de continuar en él, ya que yo creía que era lo que realmente quería, no dieron ningún fruto. Al contrario, la situación con mi jefe era insostenible. Sus broncas, sus malos modos, sus insultos, eran tan fuera de lugar, que tuve un cuadro de ansiedad durante un tiempo. Un día durante una de sus broncas, me dí cuenta de que le tenía miedo. Y entonces pensé: “¿que me puede hacer?”,”¿me quedo sin trabajo?”. Una vez que me dí cuenta de que no se acababa el mundo por no tener trabajo, en una de las broncas le dije que buscara otra persona para ocupar mi puesto. Esto lo hice con toda tranquilidad y sin ningún miedo, ya que tenía el apoyo de mi exmarido y un proyecto de futuro como autónoma, cuya semilla puso Mercedes en mi cabeza, al que yo me resistía en un principio y en el que ya he dado mis primeros pasos.
Respecto al trabajo, mis intentos de continuar en él, ya que yo creía que era lo que realmente quería, no dieron ningún fruto. Al contrario, la situación con mi jefe era insostenible. Sus broncas, sus malos modos, sus insultos, eran tan fuera de lugar, que tuve un cuadro de ansiedad durante un tiempo. Un día durante una de sus broncas, me dí cuenta de que le tenía miedo. Y entonces pensé: “¿que me puede hacer?”,”¿me quedo sin trabajo?”. Una vez que me dí cuenta de que no se acababa el mundo por no tener trabajo, en una de las broncas le dije que buscara otra persona para ocupar mi puesto. Esto lo hice con toda tranquilidad y sin ningún miedo, ya que tenía el apoyo de mi exmarido y un proyecto de futuro como autónoma, cuya semilla puso Mercedes en mi cabeza, al que yo me resistía en un principio y en el que ya he dado mis primeros pasos.
Mercedes me ha hecho darme cuenta, de que estoy pasando por la vida de puntillas, y yo quiero una vida plena, sin miedos y sin cerrarme a emociones que hace tiempo dejé aparcadas. Ya estoy lista para arriesgarme.
De hecho con este cambio de actitud, los desconocidos se acercan a mi de otra manera y las personas que me conocen desde hace tiempo, han notado el cambio.
El apoyo de Mercedes, la forma de abrirme los ojos, los retos, los “empujones” ( que yo le pedí que me diera), me han hecho abrir mi circulo de confortabilidad y arriesgarme a salir al exterior. Y cada logro que consigo, hace que me sienta más segura y con más ganas de seguir avanzando.
También ha sido muy importante para mí, poder hablar de todo lo que siento y que nunca había hablado con nadie. También darme cuenta que lo que siento, es más importante que lo que pienso y cada vez me es mas fácil conectarme con ello. Considero que este es el trabajo más importante que he hecho, y que facilita todo lo demás
Yo con mis cincuenta y un años, me siento como si me hubieran devuelto el tiempo. Hay tantas cosas que quiero hacer, que he tenido que hacerme un horario, para poder hacerlas todas.
Animo a todo el mundo a salir del huevo, es duro, pero merece la pena. Mar A. Ingeniero Agrónomo y Autónoma.
Aunque soy arquitecta y durante muchos años he ejercido esta profesión vocacionalmente, desde hace años deseaba dedicarme al crecimiento personal. Este ha sido siempre un poderoso impulso dentro de mí, que me llevo primero durante años a la búsqueda de mi propio crecimiento, y posteriormente al deseo de acompañar a otros en su proceso. Con este fin me forme en Terapia Gestalt Integrativa y realicé otro tipo de cursos que me sirvieran para ello.
Cuando conocí al que ahora es mi marido, me traslade a otra ciudad, y con 50 años comencé a impartir algún curso y taller de crecimiento, a la vez que continuaba con el ejercicio de la arquitectura.
Pero siempre llegaba a un punto en el que me bloqueaba y mis intentos no prosperaban. Acababa sintiéndome mal, no me valoraba lo suficiente y me boicoteaba casi sin darme cuenta. He estado así varios años; mi impulso y deseo eran poderosos pero mis bloqueos lo eran más. Impotente, escuche hablar del coaching y me decidí a contratar un coach... ¡y mi vida cambió!
Lo primero que me llego profundamente, fue verme a través de los ojos de mi coach, y fue emocionante, porque la persona que descubrí a través de ellos era magnífica, y no me avergüenza decirlo, ahora se que soy magnífica, valiente y honesta... y muchas cosas más, pero yo sola no podía ver de lo que realmente era capaz.
Con mi coach descubrí mis saboteadores, trabajé mi propósito de vida, me di permisos...y muchas más cosas. Ponerme a trabajar para conseguir lo que deseaba fue para mí excitante y emocionante. Para ello desde la primera sesión mi coach me planteo retos que me ayudaban a conseguir mis metas.
Y en la 2ª sesión, el reto que me propuso fue que comenzase mi formación como coach, solo el primer módulo, para experimentar, y a pesar de mi economía limitada y mis miedos lo hice... y mi camino se abrió.
A través del coaching mi vida ha cambiado radicalmente. Actualmente tengo 59 años, ejerzo una profesión que me motiva, en la que creo profundamente y que me hace sentir plena, y siento que los límites de mi vida me los pongo yo.
Esto ha colaborado a que también mi marido se sienta más feliz y a que mis relaciones con los demás sean más fluidas, más generosas y satisfactorias.
Quizás todo esto suene a cuento de hadas, pero os puedo asegurar que es real como la vida misma... que por lo que yo he podido comprobar, puede llegar a ser ¡ESPLÉNDIDA!
La persona que he descubierto que soy a través del coaching, es magnífica, con muchas ganas de avanzar y crecer en la vida, y es esa persona magnífica la que ha transformado mi vida... abriéndome al lugar en donde realmente quiero estar.
Mi propio testimonio.